martes, 20 de julio de 2010

POEMA: IMAGINÁNDOTE - LIBRO: EL SECRETO DE MI INSPIRACIÓN - AUTOR: MANUEL CALLE REYES "MACARÉ"




Autor: Macaré


Libro: "El secreto de mi Inspiración"




IMAGINÁNDOTE
¡Oh! ala del cansado viento
Que tiembla sin brío y sin aliento,
Imagino tu cuerpo ceñido en movimiento
Más tu silueta encantadora como el firmamento.

Doncella tú te contemplas en el espejo,
Y afrodita es tu reflejo,
Sos tan misteriosa como la sombra
¡Oh! Dama mía, sí, que me asombras.

Tomamos un whisky con sabor a espuma
Mas, el sabor de tus labios me abruma.
Imagino tu semblante por las noches en mi techo
Y yo tu Hercúleo hombre, deseándote en mi lecho.


Tu labio a mi cuerpo besa,
yo recorro el tuyo, oh menuda fresa;
No soy pasión del pecado
Sino la inspiración que tú me has dado.

Mi trono será tu asiento,
Te sentirás feliz, tal como yo me siento.
La naturaleza te ama y te alaba en mi sueño
Por nuestro amor, Dios nos regalo un arco iris en el cielo.

Deseo mojarme contigo en el manantial,
Despojados los dos en la selva tropical,
Mi encanto es penetrante
lo haremos provistos, dónde sólo se distingue nuestro semblante.

Quiero hacerte mía en la más alta cordillera
celebrar así nuestra vehemente carrera,
Eres tú mi sed de agua pura
Donde la vida se argamasa con tu hermosura.

Imagino tus ojos de esmeraldas finas,
las rodearé entonces, de intricadas minas;
Doncella, sé que me imaginas a mí
Por eso mis versos os dedico a ti.

Autor: Macaré

CARACTERÍSTICAS COMPLEMENTARIAS DEL LÍDER - MANUEL CALLE REYES - "EDUCANDO A UN FUTURO LÍDER"




Lección 7




Autor: Manuel Calle Reyes (Macaré)


Libro: Educando a un futuro líder




A. CONCEPTOS



Características complementarias del líder



En esta lección destacaremos aquellas otras características del líder, asimismo importantes, que permiten fortalecer su rol.



Trabajador: el líder debe mostrar una gran dedicación al trabajo, por eso debe de exterminar la idea de que el trabajo es una “obligación”, una “tortura” o en muchos casos “un castigo”, si el líder labora con alegría y con amor, convencido en que su misión es servir para engrandecer la obra o la tarea dada, entonces él predica r con el ejemplo, trabajar duro, que el grupo vea que está volcado con la organización. Uno no puede exigir a sus seguidores mayor dedicación si no predica con el ejemplo (las palabras convencen, pero el testimonio de vida coherente “arrastra”). Pero el líder debe ser capaz de llevar una vida equilibrada, de compaginar su actividad profesional con su faceta personal (amorosa, amical), religiosa, familiar, social, etc. El líder debe demostrar a sus seguidores que es perfectamente compatible una gran dedicación profesional con una rica vida privada. El entusiasmo, la energía, la ilusión que exige el liderazgo sólo se consigue con una vida intensa, entretenida, variada.
El líder es una persona que sabe disfrutar de los placeres de la vida, pero eso no quiere decir que tiene una vida disipada, tozuda, equivoca, antitestimonial, no de ninguna manera; el líder debe demostrar que hasta para divertirse o relajarse es un ejemplo, no tiene que emborracharse para estar feliz o contento, es decir no cae en exageraciones, sino sabe lo que es auténticamente esta “alegres” por servir y ser ejemplo de los demás.



Perseverante: las metas que fija el líder son difíciles de alcanzar y tan sólo con un esfuerzo sostenido se pueden lograr. Los obstáculos serán numerosos y en ocasiones pueden flaquear las fuerzas. Tan sólo la perseverancia (una auténtica actitud por alcanzar los objetivos) permitirá triunfar en el empeño.



Flexible: las circunstancias son cambiantes, lo que hoy vale puede que no valga mañana, los colaboradores tienen sus propios criterios y en ocasiones pueden ser más acertados que los del líder. El líder que se atrinchera en sus posiciones está llamado al fracaso, además daría una muestra de soberbia que le llevaría a perder la simpatía del grupo. Por eso el líder no debe olvidar lo que una vez leí en San Agustín: “si me equivoco, soy”, pues somos seres perfectibles, es decir buscamos la perfección cada día y cuando nos equivocamos, es una oportunidad para la reflexión personal en el cual nos “humaniza” y nos hace ver a los otros como personas, por eso nos volvemos más flexibles no como un acto de debilidad, sino de humanidad y sensatez.
Un auténtico líder no teme que por cambiar su punto de vista o por aceptar la opinión de un subordinado esté dando muestras de debilidad. Todo lo contrario, proyectaría una imagen de persona abierta, servicial, dialogante, flexible, pragmática, que contribuiría a aumentar su prestigio entre los colaboradores.



Autodominio: el líder es el referente del equipo, debe ser capaz de controlar sus emociones, especialmente en los momentos delicados; no puede mostrar su abatimiento ante un suceso negativo (si él cae, la organización se derrumba). El líder tiene que ser una persona fuerte, capaz de mostrar serenidad e infundir tranquilidad en los momentos más difíciles. El líder determina en gran medida el estado de ánimo de la organización. Si el líder se muestra optimista, animado, con energía, la plantilla se contagiará de este estado. Si por el contrario, se muestra pesimista, desanimado, preocupado (y lo manifiesta), el ánimo de la organización se hundirá. El líder comprender poco a poco lo importante de su auto dominio en la medida de que nos este “mirando” a los demás sus errores, sino ir poniendo en practica este pensamiento de Anthony de Mello “nada ha cambiado, excepto mi actitud ... por eso, todo ha cambiado”, pues me dominare si estoy mas atento a mi “interioridad” eso me llevara a no decir palabras torpes a los seguidores y muestre un descontrol de mis emociones.



Prudente: aunque el líder sea una persona que asume riesgos, no por ello deja de ser prudente. Es el último responsable de la organización; el bienestar de muchas familias depende de él, pero no solo el bienestar económico sino tener en cuanta que el líder tiene a personas humanas, tiene a vidas a su cargo y si no entiende bien esta virtud cardinal indispensable para una persona que actúa dentro de los otros, este puede destruir vidas, por lo que no se puede permitir el lujo de actuar de manera irresponsable. El líder conoce los puntos fuertes y las debilidades de su organización, respeta a sus adversarios, asume riesgos controlados tras un análisis riguroso. El líder tiene que luchar contra el endiosamiento, entendido como un exceso de autosuficiencia que le puede llevar a perder la prudencia.



Realista: el líder está siempre con los pies en el suelo, sabe compaginar su visión del largo plazo con el día a día, conoce las dificultades que conllevan sus objetivos, el esfuerzo que exige a los empleados. También conoce sus propias limitaciones. No olvidar que el líder Vive la Realidad, esta inmersa dentro de ella, no debe estar inmerso en un mundo “virtual” o en su “globo”, debe pisar tierra y esto lo llevara a ser mas conciente de lo que hace y dice; cuando mas conciente es de la realidad mas eficaz será su trabajo, porque no esta encima de emociones, pasiones, sentimientos sino de razones.



Justo: el líder debe ser (y parecer) una persona justa, tanto en la exigencia como en el reconocimiento, y debe preocuparse porque la organización así lo perciba. No puede dar lugar a agravios comparativos. El líder debe reconocer los aciertos y fallos de sus colaboradores de manera objetiva, debe ser igual de exigente con todos y ecuánime en las recompensas. Los empleados entienden y aceptan que se les exija, lo que no tolerarán nunca será la injusticia.
Humano: el líder es una persona cercana, próxima, cálida, comprensible. Esta cualidad es básica lograr no sólo el respeto del equipo, sino también su aprecio. El ser una persona exigente y rigurosa, el tener que utilizar en ocasiones su autoridad, no tiene por qué estar reñido con mostrase de una manera sencilla y natural, preocupado por su gente. Resulta absurda (y contraproducente) la actitud de muchos altos directivos (que no líderes) de mostrarse altivos, fríos, distantes. No hay que olvidar que Jesucristo siendo Dios, se hizo como uno de nosotros (pequeños), no olvidar que somos “humanos” en acciones, miradas, gestos, palabras etc.



Accesible: el líder tiene que ser una persona accesible para su equipo, tiene que estar disponible para cualquier seguidor de la organización que tenga algo que decirle. Si quieres que la organización esté contigo, te tienen que conocer, ver que eres uno más de ellos. Si quieres que te aprecien tienes que darle la oportunidad de que te traten. Un líder distante difícilmente motiva; en el mejor de los casos produce indiferencia y en el peor origina rechazo.



Humilde: la humildad implica reconocer las propias limitaciones, saber escuchar y pedir consejos, reconocer los errores que uno comete y los aciertos de los demás. La humildad no es síntoma de debilidad, sino de persona realista, con los pies en la tierra. La humildad ayuda a ganar el respeto del equipo. El líder que va de prepotente dispone a la organización en su contra.
Generoso: la generosidad es fundamental en todo líder. Los empleados han depositado en él su confianza, pero además de interesarles el futuro de la empresa, les preocupa su situación personal. La relación profesional no deja de ser una transacción en la que el trabajador aporta su trabajo a cambio de un salario, una carrera profesional, un aprendizaje, un reconocimiento, etc. Si el líder es exagerado en su nivel de exigencia, debe ser igualmente generoso en las retribuciones, reconocimientos y premios.



Culto: El líder debe preocuparse por desarrollarse personalmente, por alcanzar un elevado nivel cultural. El líder tendrá que tratar con numerosas personas, hablar en público, presidir reuniones, atender visitas, etc., y en todo momento debe saber moverse con soltura (es el representante de la empresa). El conocimiento es fuente de ideas, muchas de las cuales podrá aplicar en la gestión de su organización.
Inquieto: el líder es una persona inconformista, que le gusta indagar, aprender de la gente. Esta inquietud le lleva a estar permanentemente investigando nuevas alternativa, a ir por delante del resto. En el mundo actual, una persona conformista termina quedándose obsoleta inmediatamente.



Con sentido del humor: el humor es fundamental en la vida, siendo especialmente útil en los momentos de dificultad. La gente se identifica con aquellas personas que saben ver el lado divertido de la vida. El líder que abusa de la seriedad y de los formalismos difícilmente consigue generar entusiasmo entre sus empleados. El líder tiene que tener claro que hay momentos para las formalidades y momentos para cierto desenfado y no por ello va a perder el respeto de su equipo, sino que, todo lo contrario, conseguirá estrechar los lazos con sus colaboradores. Que importante es ver en un líder la alegría de servir, de dar, pues en la medida en que damos crecemos como personas, entonces un líder debe estar agradecidos con los seguidores que le dan la oportunidad de que el pueda dar con alegría, de sentir y creer que es útil a este mundo.



Optimista: el optimismo es contagioso, se expande al resto de la organización. El optimista es una persona que no teme las dificultades, que ve los obstáculos perfectamente superables; esto le lleva a actuar con un nivel de audacia que le permite alcanzar algunas metas que una persona normal ni siquiera se plantearía. Además, la persona optimista se recupera rápidamente de los fracasos y tiende siempre a mirar hacia adelante. Debe ser un optimista incansable, que respira optimismo, que se tiene fe a si mismo y en consecuencia tiene fe a los seguidores, porque el nos esta solo, sino esta con un equipo que deja de hacer cosas para entregarse de alguna u otra forma al proyecto, al objetivo o a la idea.



En buena forma física: el líder tiene que cuidarse, llevar una vida sana, hacer deporte, cuidar su alimentación, descansar. Es la única forma de poder rendir al 100% en el trabajo o lugar de labor que él realice.



B. REFLEXION EN VALORES


SERVIR



¿Ha identificado usted que el privilegio de servir es una fuente inagotable de poder? Quien sirve más y mejor, aumenta su influencia y logra el poder. Aquél que de verdad sirve es el más buscado, esta virtud lo hace insustituible.
No confundir "servir con servil", el primero lo hace por amor, con grandeza y humildad; el segundo lo hace por mera conveniencia.
El valor de "servir" es un don divino.
Sonría al servir, enriquecerá todo lo que hace por los demás.
Los seres humanos que sirven, a su tiempo salvan una empresa, una familia y una nación; son los que permanecen para siempre.
El servicio es el camino para conquistar las recompensas deseadas.
Aprenda que el da con una mano recogerá siempre con las dos. Miguel Ángel Cornejo


C. ORATORIA



Estilo de intervención discursiva
Cuando se habla en público, el estilo de la intervención va a depender de diversos factores, entre ellos los que se señalaron en la lección anterior. Es decir, en función del motivo de la intervención, del objetivo que se pretende conseguir, del público asistente, etc., el discurso tendrá un estilo determinado. Un mismo tema se puede presentar de maneras muy diferente (por ejemplo, la presentación de los resultados de una empresa variará según se trate de rendir cuentas ante los accionistas o de felicitar a los empleados por los objetivos conseguidos). No se puede pretender hablar en público siempre de la misma manera: hay que ajustar el estilo de la intervención a las características de cada ocasión, ya que si no se hiciera la actuación podría resultar en un enorme fracaso (con independencia de que uno sea un experto en la materia). Las características que definen el estilo de una intervención son numerosas:
Formal o informal
Serio o desenfadado
Sobrio o entusiasta
Cercano o distante
Riguroso o generalista
Monólogo o participativo
Con apoyo audio-visual (proyector multimedia) o no


Ejemplos:
Discurso en un acto oficial: será un discurso formal, sobrio y riguroso. Presentación de un proyecto técnico: será un discurso muy técnico y preciso, el estilo puede ser más informal y cercano, se utilizará apoyo visual, posibilidad de preguntar, etc.
Discurso de inauguración de las fiestas locales: informal (aunque no por ello menos preparado), entusiasta, divertido (con anécdotas, toques de humor, ironía, etc.), cercano, etc.
Palabras improvisadas en un banquete de boda: informal, familiar, entrañable, breve, etc.
El orador buscará darle a su intervención aquella orientación con la que pueda lograr el mayor impacto posible con el público (no olvides líder que debes de “gustar” al publico). Si no se tiene claro cual es el enfoque apropiado, habría que hablar con los organizadores del acto o con alguna persona experta para conocer su opinión. En caso de duda es preferible adoptar la opción más conservadora: resulta menos llamativo hablar de manera formal en un acto informal, que hablar de manera informal en un acto formal.
La forma de vestir también puede venir determinada por el tipo de acto. Si no se cuidan todos estos detalles, puede suceder que el orador no consiga captar la atención del público, quien se irá con la impresión de que el discurso ha estado completamente fuera de lugar.
Una última observación:
Un toque de humor, sabiamente administrado, no está reñido con la seriedad ni con el rigor (además, ayuda a acercarse a la audiencia). El orador debe tener la alegría de trasmitir convencidamente su discurso y lo demuestra con un buen humor, como se dice con la sonrisa a flor de labios.
Autor: Lic. Manuel Calle Reyes (Macaré)

domingo, 11 de julio de 2010

POEMA: YO - LIBRO: EL SECRETO DE MI INSPIRACIÓN - AUTOR: MACARÉ




Autor: Manuel Calle Reyes (Macaré)


Libro: El Secreto de mi Inspiración


Poema: Yo (Io)




YO
Mi vida, un misterio de luz que ciega
Una perfección que jamás se entrega,
Mis actos, si que asombran
Mi ideal, no duerme en la sombra,
Busco ser la alegría, que brilla con las estrellas
Puesto que, mi fuerza viene de ella.

Mi carácter es más fuerte,
Reto a la vida y a la muerte.
Regocijo que se argamasa con lo rudo
Con lo que escribo, me siento desnudo.
Soy el resultado del fuerte viento
La verdad, me dejo sin aliento.

Nací en Jesús María,
a mi hogar traje la alegría,
Perú es mi nación,
Profeso con alegría mi religión.

Tú y yo, juntos poder charlar
Y así poder hablar,
Melodía a ti conceder
Y con mis palabras transcender,
De pronto llegó a mí la aflicción
Y fui el punto de atracción.

Soy el as que tiene futuro,
Sabes mujer, con él, no tendrás ninguno
Y decirle a él, ¡calla!
Es un farsante, mentiroso y canalla;
Yo a ti mi doncella
Poseerte y dejarte mi huella.

Yo no soy el extraño,
A nadie, engaño.
Tu amor voy a sustraer
En la mañana, tarde o al oscurecer,
Yo, no voy a renunciar
Por vuestro amor iré a luchar,
Viajaré a la ciudad de Tarma
Pelearemos, nos revolcaremos sin armas

Yo soy un ardiente paladín latino
Que lucha por un bello destino,
Sabes, trato de hacerme un camino
Pues, ando con mucho tino.

Amo y deseo a la verdad
Busco por momentos la soledad,
De saber, que tengo que alcanzar la felicidad
No me importa el precio que se venda o “está”.

Yo soy el ardiente relámpago,
Más colorido y radiante que el papagayo
Yo nací en el día de la hermosa luna
Corriente de río, agua púrpura;
Puesto que, ya vino mi prima
Y ya termino, mi rima...

Macaré

CARACTERÍSTICAS BÁSICA DEL LIDER - EDUCANDO A UN FUTURO LIDER - ORATORIA: PARTES DISCURSIVAS - MANUEL CALLE REYES




Lección 6


Autor: Lic. Manuel Calle Reyes



A. CONCEPTOS
Características básicas del líder



Muchas son las cualidades que definen al líder. En esta lección vamos a señalar aquellas que se podrían considerar básicas (son necesarias para que exista un auténtico líder), ahora estas características de donde lo obtenemos, pues del maestro por excelencia que con solo doce personas (apóstoles) funda la religión revelada por Dios mismo y hoy son mas de tres mil millones en todo el mundo, entonces, es evidente que el mejor modelo de liderazgo autentico es en la persona y naturaleza de Jesucristo. Entonces el líder debe poseer todas estas cualidades básicas, lógicamente unas más que otras, pero todas ellas deben estar presentes. La ausencia de alguna de ellas dificultaría ejercer un auténtico liderazgo. Como cualidades básicas señalamos:


Visionario: el líder se caracteriza por su visión a largo plazo, por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los demás. El líder no se contenta con lo que hay, es una persona inconformista, creativa, que le gusta ir por delante. Cuando hablo de visionario también me refiero en que tiene una gran capacidad de “ver”, es decir puede ver con “ojos” de maestro cada detalle de sus seguidores, es decir ve la realidad de una manera diferente, lo hace porque pretende modificar esa realidad, y lo hace mirando a cada uno de sus seguidores, sus gestos, palabras, sueños, no olvides que el líder busca el Bien, pues este libreo de eso se trata.


Persona de acción: el líder no sólo fija unos objetivos exigentes sino que lucha denodadamente por alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia, lo que en última instancia constituye la clave de su éxito. El líder no se contenta con soñar, el líder quiere resultados. Y para “ser de acción” debe enseñar con el ejemplo, es decir el mismo “hace” pero con paciencia y sin despersonalizar al ser humano y creer que estos son objetos de uso y desuso, el es el primer humano que humaniza en cada acción que hace, sin caer en el activismo exasperado.


Brillante: el líder sobresale sobre el resto del equipo, bien por su inteligencia, bien por su espíritu de servicio, combativo, bien por la claridad de sus planteamientos, etc., o probablemente por una combinación de todo lo anterior.


Coraje: el líder no se amilana ante las dificultades; las metas que propone son difíciles (aunque no imposibles), hay que salvar muchos obstáculos, hay que convencer a mucha gente, pero el líder no se desalienta, está tan convencido de la importancia de las mismas que luchará por ellas, superando aquellos obstáculos que vayan surgiendo. Es muy importante tener en cuanta que el líder debe ser Valiente, y lo será en la medida en que este convencido en sus ideales. El líder defiende con determinación sus convicciones, así pierda el puesto, pues si su determinación es lo suficientemente poderosa para alcanzar el éxito, entonces lo lograra y debe defender sus ideas con coraje, pasión y sin intolerancia sino mediante el dialogo


Contagia entusiasmo: el líder consigue entusiasmar a su equipo; ellos perciben que las metas que persigue el líder son positivas tanto para la organización como para los empleados. El futuro que ofrece el líder es tan sugerente que merece la pena luchar por ello. Esta es una de las características fundamentales del líder, el saber contagiar su entusiasmo, y lo hace porque el líder es conciente de su magnetismo personal que el posee, el conseguir que el equipo le siga, que comparta sus objetivos, ideales. Sin un equipo que le siga, una persona con las demás características sería un lobo solitario pero nunca un líder (el liderazgo va siempre unido a un equipo), si el líder cree que el solo lo puede hacer todo, no solo el esta perdido sino el también se pierde como perdona por un mal manejo de su autoestima y así se despersonaliza.


Gran comunicador: otra cualidad que caracteriza al líder son sus dotes de buen comunicador, habilidad que le va a permitir "vender" su visión, dar a conocer sus planes de manera sugerente.


Convincente: el líder es persuasivo; sabe presentar sus argumentos de forma que consigue ganar el apoyo de la organización. Y el líder debe convencer sin recurrir al miedo, a las inseguridades, instintos de la personas; el los convence porque él es el primer convencido y siempre lo hará con un dialogo alturado y buscando siempre la Verdad y el Bien grupal.


Gran negociador: el líder es muy hábil negociando. La lucha por sus objetivos le exige negociar continuamente, tanto dentro de la organización, como con clientes, proveedores, entidades financieras, accionistas, etc. El líder demuestra una especial habilidad para ir avanzando en el largo camino hacia sus objetivos.


Capacidad de mando: el líder debe basar su liderazgo en el arte de la convicción, pero también tiene que ser capaz de utilizar su autoridad cuando sea necesario. El líder tendrá la autoridad en la medida en que sepa que es la obediencia, saber comprender que la obediencia es un modo de ser libres, y lo seguidores respetan a la autoridad cuando ven coherencia en este, es decir el líder se gana la autoridad tanto moral o de principios en la medida que enseña con el ejemplo. El líder es una persona compresiva, pero no una persona blanda (los subordinados le perderían el respeto). El líder no puede abusar del "ordeno y mando" ya que resulta imposible motivar a un equipo a base de autoritarismo, pero debe ser capaz de aplicar su autoridad sin temblarle el pulso en aquellas ocasiones que lo requieran.


Exigente: con sus seguidores, pero también, y muy especialmente, consigo mismo. La lucha por unas metas difíciles requiere un nivel de excelencia en el trabajo que tan sólo se consigue con un alto nivel de exigencia. Si el líder fuera exigente con sus empleados pero no consigo mismo no sería un líder, sería un déspota que pondría a toda la organización en su contra y al final terminaran destruyendo al líder y podría poner en peligro la organización por la autoestima inflada y déspota de este líder.


Carismático: si además de las características anteriores, el líder es una persona carismática, nos encontraríamos ante un líder completo. El carisma es una habilidad natural para seducir y atraer a las personas, es auténtico magnetismo personal. El carisma permite ganarse al equipo, que se siente atraído por su líder. No obstante, hay que señalar que es perfectamente posible un líder sin carisma (la historia nos lo ha enseñado muchas veces). Para una empresa es preferible tener un líder sin carisma con un alto sentido de la honestidad, que un líder carismático que utilice la organización en su propio beneficio.


Honestidad: unos elevados valores éticos son fundamentales para que el liderazgo se mantenga en el tiempo. El equipo tiene que tener confianza plena en su líder, tiene que estar absolutamente convencido que el líder va a actuar honestamente y no le va a dejar en la estacada. Si los seguidores detectan que el líder no juega limpio y que tan sólo le preocupan sus propios intereses, perderán su confianza en él, proceso que una vez iniciado es muy difícil de parar.


Cumplidor: el líder tiene que ser una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Es la única forma de que el equipo tenga una confianza ciega en él. Por eso es necesario que el líder sepa lo importante que el La Palabra, pues las palabras se han hecho para cumplirlas y la promesa es la palabra empeñada en que el hombre debe hacerla carne, es decir la promesa es la cristalización de su palabra empeñada, por tal razón el líder debe cumplirla.


Coherente: el líder tiene que vivir aquello que predica. Si exige dedicación, él tiene que ser el primero; si habla de austeridad, él tiene que dar ejemplo; si demanda lealtad, él por delante. El líder predica principalmente con el ejemplo: no puede exigir algo a sus subordinados que él no cumple. Además, el mensaje del líder debe ser coherente en el tiempo, definitivamente el gran ejemplo de coherencia viva es Jesucristo, por eso el decía “sean como yo”, con que autoridad decía eso, pues con la firmeza de que el esta seguro de que es coherente, porque el es el arquetipo de líder que debemos anhelar nosotros. El líder no puede pensar hoy de una manera y mañana de otra radicalmente distinta: confundiría a su equipo. Esto no implica que no pueda ir evolucionando en sus planteamientos.


B. REFLEXION EN VALORES
Tenacidad: "La tenacidad es la virtud que nos hace intentarlo hasta lograrlo". Miguel Ángel Cornejo


TENER PRINCIPIOS
La ley natural nos enseña que se cosecha lo que se siembra, y que la calidad y cantidad de la cosecha depende, en razón directa, de la calidad y cuidado de la siembra. Si queremos resultados, necesitamos analizar tantas posibilidades para alcanzarlos como sea posible. Si tiene bien claro el fin de lo que desea realizar, seguramente los resultados que obtenga serán los adecuados.
Lo importante no es la cima, sino el camino que se elige para llegar a ella.
Triunfar no es lo más importante, es lo único.
La responsabilidad, no la autoridad, es lo que produce resultados.
Soñar es fundamental, ponerlo en práctica es vital. Descubra el secreto de que las cosas sucedan haciéndolas ahora. Miguel Ángel Cornejo


C. ORATORIA
Preparar la intervención discursiva
A la hora de preparar el discurso hay que tener en cuenta:



a) Público asistente: el discurso tiene que ser apropiado para el público que va a asistir. Hay que ver qué temas le pueden interesar, cual puede ser su nivel de conocimiento sobre el mismo, hay que utilizar un lenguaje adecuado, tener en cuenta si conoce o no términos técnicos, etc. No es lo mismo explicar los resultados del ejercicio a la junta general de accionistas, que a los empleados de la sociedad. En el primer caso será un discurso mucho más formal. Tampoco es lo mismo hablar sobre el cambio climático ante una comisión de científicos, que en un colegio mayor. El nivel de precisión y el lenguaje técnico que se pueden utilizar son muy diferentes en ambos casos. Tampoco es lo mismo hablar ante 10 personas que ante 1.000. En el primer caso hay más posibilidades de interacción con el público, más cercanía; en el segundo caso el discurso tenderá a ser mucho más formal.



b) Objeto de la intervención. Hay que tener muy claro el motivo de la intervención. Felicitar a los seguidores por los buenos resultados, comunicar un recorte de plantillas, felicitar a un empleado por sus 25 años en la empresa, convencer al público para que vote por un determinado partido político, etc. El discurso puede tener por objeto informar, motivar, entretener, advertir, amonestar etc., y en función de ello habrá que adaptar el estilo del mismo: formal o informar, serio o entretenido, cercano o distante, monólogo o participativo, etc.



c) Tema a tratar: según el tema que se vaya a tratar el estilo del discurso puede ser radicalmente diferente. No es lo mismo hablar en el Pleno del Ayuntamiento sobre los presupuestos del año, que sobre la organización de las fiestas patronales. No es lo mismo dirigirse a los empleados para explicarles los resultados del año, que presentarles los nuevos objetivos. En el primer caso se busca comunicar (lenguaje preciso) y en el segundo motivar (discurso más apasionado y entusiasta).



d) Lugar de la intervención. El lugar del acto imprime también carácter. No es lo mismo hablar en un auditorio, en la sala de reuniones de la empresa, en una fiesta de cumpleaños, en un banquete de boda, en los salones de una parroquia, etc.



e) Tiempo de la intervención: el tipo de discurso será completamente diferente dependiendo de si va a durar 5 minutos o si va a durar una hora y media. Las posibilidades de improvisar, de profundizar en la materia, de estructurar el discurso (introducción, desarrollo y conclusión), de utilizar fichas de apoyo, de utilizar transparencias, etc.), varían en uno y otro caso. Todos estos aspectos habrá que tenerlos en cuenta a la hora de definir el tipo de intervención que se quiera presentar.




Lic. Manuel Calle Reyes (autor)