jueves, 9 de mayo de 2013

Las carreras que serán más demandadas en el futuro - MANUEL CALLE REYES


Conocer el mercado laboral de cada área de formación es importante. Esto incluye saber cuál es el salario promedio de los distintos profesionales, el tipo de tarea que realizan, las comodidades y sacrificios que debe enfrentar cada uno de ellos y si hay oportunidades de trabajo para todos o si el mercado está saturado.

Además, deberás tener en cuenta la opinión de los expertos en recursos humanos sobre las carreras que en un futuro serán más demandas para que no optes por un área de formación que dentro de unos años no sea requerida.
Para que evalúes dicho aspecto, te recomendamos tener en cuenta las 10opciones de formación que, según el portalEhowenespanol.com serán necesarias.

1.    Genética
El área de la genética ha evidenciado notables avances que estiman que continuarán en el tiempo. Quienes estudien esa área del conocimiento, tendrán múltiples oportunidades laborales en el sector de la agricultura, la industria, la seguridad y la salud, entre otros.

2.    Ingeniería ambiental


Hoy existe una fuerte preocupación por cuidar el medio ambiente motivo por el cual cada vez se les exige más a las empresas cumplir con determinados estándares ambientales y hay más conciencia sobre la necesidad de reciclar, tratar los efluentes y demás. Por esto, el rubro generará buenas oportunidades para quienes quieran impulsar un mundo sano ambientalmente.

3.    Psicología y salud mental

La sociedad moderna tiene cada vez más problemas vinculados a las adicciones, el estrés, las fobias, la complejidad de las relaciones humanas y otras situaciones y se entiende que para sentirse a pleno, una persona debe estar sana física y mentalmente. Por esto, los especialistas dedicados a esa área serán cada vez más demandados.

4.    Ciencia de los alimentos


La producción de alimentos debe mantenerse e incluso potenciarse a pesar de los inconvenientes evidenciados en el sector de la ganadería y la agricultura. Por esto, las industrias del rubro necesitarán expertos en nutrición, biotecnología, genética y demás.

5.    Ingeniería de software

El desarrollo y mantenimiento de los programas informáticos hoy es indispensable ya que vivimos en la era del ordenador. En todos los ámbitos de nuestra vida, hay un software de por medio.

6.    Seguridad informática 


En la era digital, la circulación de datos online es constante. En este contexto, quienes se encarguen de salvaguardar los datos personales de las personas y empresas, serán requeridos.

7.    Medicina

Tanto los médicos como los enfermeros y otros profesionales del sector serán demandadosenormemente ya que la salud hoy ocupa un lugar muy importante en nuestra sociedad y los problemas sanitarios cada vez son más.

8.    Traductores e intérpretes

Como vivimos en un mundo globalizado, cada vez más empresas necesitan interactuar con otras de distinta habla. Por esto, requieren de traductores. Estos profesionales tendrán cada vez mayor salida laboral.

9.    Ingeniería informática

La ingeniería y la robótica son áreas en continuo crecimiento.

10.    Ingeniería civil


La sociedad está en permanente cambio y las ciudades deben amoldarse a ellos. Por lo expuesto, se necesitarán construir puentes, edificios y demás que deberán estar a cargo de ingenieros civiles

Fuente: Universia Perú
MILANO - ITALIA LICEO LINGUISTICO SAN VICENTE
CON MIS ALUMNOS ITALIANOS EN LA ESCUELA INTERNACIONAL

¿Cómo estudiar para tus exámenes? 10 consejos - MANUEL CALLE REYES


1.    Cuando estudies, evita distraerte con llamadas telefónicas, mensajes de texto, internet, videos, música u otras interrupciones.
2.    Considera pausas de cinco o diez minutos después de cada período de estudio(45 o 50 minutos).
3.    Resalta o señala los contenidos que comprendas y sean importantes. Evita hacerlo en la lectura inicial porque es probable que subrayes mucho contenido.
4.    Clasifica y jerarquiza la información (puedes hacerlo con diferentes colores o anotaciones).
5.    Si estudias en grupo, es necesario que todos asistan a las reuniones después de haber leído o estudiado de manera personal. Al finalizar la reunión, debes hacer individualmente la integración de lo estudiado
6.    Aliméntate bien.
7.    Descansa el tiempo necesario (entre 7 y 8 horas). Recuerda que el sueño permite consolidar el aprendizaje.
8.    No repases minutos antes de tu examen, pues esto te puede generar ansiedad.
9.    Da una mirada general al examen y lee todas las preguntas antes de responder cualquiera. Evalúa por cuál prefieres empezar.
10.  Ten en cuenta el tiempo, la dificultad de la pregunta y el puntaje asignado a ésta, antes de resolver las preguntas.

domingo, 5 de mayo de 2013

ENTREVISTA: AL PRESBITERIO FLORENCIO SALAZAR JACOME “EXPERIENCIAS DE UN SACERDOTE QUE ESTUVO PRESENTE EN EL CONCILIO VATICANO II”- MANUEL CALLE REYES


ENTREVISTA: AL PRESBITERIO FLORENCIO SALAZAR JACOME
“EXPERIENCIAS DE UN SACERDOTE QUE ESTUVO PRESENTE EN EL CONCILIO VATICANO II”
1.    Padre por favor, deme sus datos personales: fecha y lugar de nacimiento, edad y en año se hizo sacerdote.
Por la gracia de Dios nací en Huaraz, el 22 de febrero de 1933. En el seminario menor de San Francisco de Sales y en Sto. Toribio de Mogrovejo. En el año 1957 finalice mis estudios y me ordené sacerdote el 31 mayo del año 1958. De manos del Monseñor Teodosio Moreno Quintana, mi Obispo.

2.    ¿Qué le llevó al sacerdocio y que dijeron sus padres al conocer su decisión?

Tenía 13 años; cuando mi papá me dijo: tienes que estudiar en el colegio industrial, porque somos pobres y no tenemos como afrontar la vida, entonces yo a los 13 tenía que trabajar y estudiar, esa era la idea de mi padre. Yo quedé en silencio, en ese tiempo la matricula se daba el 15 de marzo. Entonces, yo le dije que no quería ir a
ninguno de esos colegios que me estaba ofreciendo, mi padre pensaba que yo no quería estudiar. Entonces me dijo, vas a trabajar conmigo. Faltando  3 días para el 15 de marzo, yo le dije a mi padre, que un sacerdote había ido al colegio “La libertad” en el octubre pasado, y nos habló de las misiones para ir a otros países a ayudar a los pobres, pero más humildes que nosotros, claro; el sacerdote, nos mostró un poster donde un letrero decía “hay que morir para dar vida” y esa frase me impacto, lo tuve que pensar en silencio. Hablé con el Padre y me dijo que sería interesante que estos muchachos fueran sacerdotes; pero yo no sabía que era ser un sacerdote, porque aquí le llamábamos curas.
Paso el tiempo y yo le dije a mi padre, que quiero ir a un seminario para ser cura. Mi padre se llenó de ira y comenzó a hablar cosas en contra de la religión y de los sacerdotes, yo me quedé en silencio y no dije nada.
Al día siguiente le dije papá hagamos la prueba, que si nos aceptan, me quedo y si no me aceptan yo hago lo que tú quieras. Al día siguiente fui a la puerta del obispado y mi padre de forma despectiva le dijo al portero; que tengo un hijo que es un diablo y quiere ser cura, entonces llegó el señor Obispo y preguntó ¿qué desean?, y mi padre contestó, “mi hijo se ha enfermado de la cabeza porque quiere ser cura y yo no quiero”, eso dijo. Además agrego: nosotros somos pobres y no tenemos para gastar en sus estudios. El Obispo Mariano Valdivia Ortiz me preguntó: ¿Cuál es tu nombre?, respondí Florencio, él me dijo: ¿sabes qué significa?, le respondí: no sé; este dijo: “el que florece”, además me dijo: tú quieres ser sacerdote, yo le dije, no, yo quiero ser cura. El obispo me repregunto: ¿para qué quieres ser cura? Inmediatamente vino a mi mente la frase del poster que había visto, y dije: “quiero morir dando vida” y él me dijo ¿Qué cosa has dicho?, ¿sabes lo que has dicho?, le dije: yo lo he leído y quiero hacer eso. El obispo le dijo a mi padre tráiganlo mañana mismo, con lo que tenga. Después en casa abrace a mi madre y se puso a llorar, pero no me dijo nada.
Al día siguiente fui al seminario, fui y no había nadie, entonces,  el portero que me dijo: que yo soy muy chiquito, que aquí se estudia secundaria, no primaria, a su vez, este me dijo espera. Mientras, Los seminaristas pasaban en fila y no me decían nada, hasta que se acercó uno de los seminaristas, preguntadome mi nombre, me llevaron a un cuarto y después bajé para almorzar, estaba al último en la fila porque era el más pequeño y me pusieron un apodo “pachalito” (que significa panzoncito). Ahí inicié mi vida de sacerdote. El rector me dijo: este es tu nueva casa, yo soy tu padre; en verdad siempre lo recuerdo como tal.

3.    Padre, díganos todos los cargos que Ud. Ha desempañado desde que inició  su vida presbiteral:
El obispo tenía muchas ganas de ordenarme sacerdote, yo le dije monseñor  no he hecho ningún retiro ni nada, este me dijo el 2 de febrero de 1958 tú serás diacono y después de una semana serás un presbítero, y no quise porque era muy rápido y no había presentado la solicitud, este me dijo ¿quién soy yo?; yo le dije, el obispo, entonces hagámoslo porque yo te necesito. Mi primer cargo fue secretario del obispo. El mismo obispo organizo todo para mi ordenación. Resulta que yo era el cura más joven y encima era el secretario del obispo, era el más querido; así comencé mi trabajo en el obispado y también como profesor en el seminario. Luego en el año 58 me pidieron que ayude a un párroco. 
Todo esto me hacía sentir muy querido y me entro la soberbia ya que estuve en el Santuario Nuestro Señor de la Soledad, la más importante del obispado y me hice despectivo con los otros curas, hasta que el Señor me puso una prueba, como yo era muy amigo de todos y andaba con los sacerdotes “rojos” (comunistas);  y todos aquellos que me alababan, me acusaron para dejar el ministerio sacerdotal, y ahí aprendí que uno debe ser humilde, el Señor, me respondió de manera inmediata, ya que yo estaba recluido en el seminario, en el convento de Sagrado Corazones- Centenario (Huaraz), mi obispo me dijo: regresa al Santuario, pero no me causes problemas; recuerdo que fue impresionante porque la gente me acompaño con canticos, ya que estos habían clausurado la puerta del Santuario.
En el año 1962,  el Nuncio Apostólico Romulo Carbonne me dijo: usted está haciendo en su iglesia cosas interesantes y le he dicho a tu obispo que en el año 1963 (agosto) tú te iras a Roma, yo acepte sin saber en qué me estaba metiendo; el Nuncio me dijo: que yo solo iba a estudiar pero no me dijo que carrera.
En Roma estuve en la casa de los jesuitas en la Universidad Santo Tomas de Aquino a estudiar CC.SS, la verdad yo ni sabía que era eso, pero, justo se estaba realizando el Concilio Vaticano II.

4.    ¿Cuál fue su papel en el Concilio Vaticano II?  ¿por qué fue y que tiempo estuvo ahí?
Yo tenía 30 años, fue difícil para mí entrar a aulas universitarias porque no estaba acostumbrado a estudia, más estaba pendiente en preparar mis homilías y el trabajo pastoral; en eso entre en un gran desanimo, pero gracias a mis paisanos, que estuvieron reanimándome.
El Nuncio me dijo que iba a estudiar un año, mis clases comenzaron el 3 de septiembre y me di con la gran sorpresa de que se estaba realizando el Concilio Vaticano II, para mí fue algo inesperado, no pensaba encontrarme con una gran realidad que era la Iglesia; solamente hablaba de mi pastoral y de mi liturgia, entonces,  recién comencé a descubrir que la iglesia era algo muy grande, pues ver a más de 2300 obispos en dicho evento, ver a la Basílica de San Pedro, incluso, yo pensaba que la iglesia era solo para los blancos,  y vi de todo, es más, pensaba que solo había un hábito, el negro, pero había más de lo que yo pensaba. Hasta que conocí al que será mi profeso, a Pietro Pavonni,  que era la mano derecha del Papa Juan XXIII, que contribuyo con la redacción de la Encíclica “Pacem et Terris”.

5.    ¿Cuándo usted estudiaba en Roma CC.SS conoció al Cardenal Pietro Pavonni?, cuéntenos más sobre él.
Él era del clero secular, donde la mayoría de estudiosos pertenecen a dicho clero, los seculares tenían una mala imagen en América Latina, mas no, en Europa. Él nos hablaba de los conceptos que estaban en la Encíclica “Mater et Magistra”; Pavonni era muy sencillo y muy comunicativo, tenía buenos recursos didácticos en sus clases, mostraba sabiduría y sobre todo el amor a la iglesia. Él nos mostraba una iglesia para todos sin distingo, cosa novedosa para la época.

6.    En el Concilio estaban eminencias de la época como: Danielou, Henri de Lubac, Joseph Razintger, Joseph Suenes, Karol Wotyla, Lercaros. Diga ¿qué se comentaba de ellos en los círculos académicos y eclesiásticos donde usted estaba?
En un acontecimiento como este,  se denotaba a las personas que presidian las comisiones, y era de comentario general como era su pensamiento, su estilo, su escuela, de donde provenían, etc.
Danielou y los peritos como Razintger sobresalían, de los cardenales me llamo mucho la  atención, Suenes, de cómo dominaba el tema de la iglesia, mostraba como debe ser la iglesia hoy, para este pueblo nuevo.

7.    ¿Padre por qué fue importante para usted estar en una Concilio como Vaticano II?
A mí, me cambio todas las estructuras mentales, doctrinales; para mí, fue un lenguaje nuevo hablar de la “colegialidad”, me hablaban de “ecumenismo”, el dialogo con los no cristianos, y yo, que había estudiado la apologética, no quería ver ni en pintura a un protestante, así que para mí el ecumenismo era una cosa rara.
Lercaros promovió de una manera muy lucida sobre el tema de la liturgia, recogió mucho de los ortodoxos y protestantes. Rezar el padre nuestro junto con un judío, un musulmán, un ortodoxo, un adventista y un bautista; eso era como estar soñando.

8.    ¿Qué reforma le sorprendido del Concilio, ya que usted había sido formado antes de este magno evento?
Me sorprendió mucho saber qué era la iglesia, porque yo tenía un concepto distinto de este. Comprender para mí que la iglesia era un misterio de comunión, yo no entendía de esto, le pregunte a mis profesores y ellos tampoco sabían, sin embargo, muchos peritos del Concilio venían a la universidad, entre ellos, Razingert, que habló del concepto de la iglesia y los santos padres, todo esto hablando en griego.
Para mí este evento abrió mi corazón de par en par.

9.    Padre, cuando en el Concilio se discutía: una innovación de la liturgia, una iglesia más abierta, una hermenéutica bíblica innovada, entre otros ¿Qué discutía con sus compañeros? ¿Qué pasaba sobre la mente de un sacerdote con la formación ortodoxa respecto a estos temas? ¿Fue difícil adecuarse a este nuevo acontecimiento? ¿cómo influyo en su fe?
Para mí, todo esto fue como estar en un “ring de box” jajaja, no sabía defenderme, pero recibía golpes de todos lados; eran golpes de carácter doctrinal, litúrgicos, bíblicos, sobre movimientos de diferentes carismas,  ¿Yo no conocía de carismas en el clero secular?, sin embargo, ahí descubrí la riqueza de la iglesia, saber que yo puedo conversar con un ateo, un agnóstico, un bautista, era sorprendente;  en cambio, antes no podía hacerlo abiertamente, es más ni siquiera saludarlo, pero palpitaba en mi mente que la iglesia era para todos.
Yo sentí que había una especie de inclusión en la iglesia, eso era novedoso para mí; ahí recién entendí la intención de mi Nuncio Rómulo Carbonne, porque él había enviado muchos sacerdotes peruanos a Roma para promoverlos, para que haya una cantera de potenciales obispos, puesto que, Rómulo Carbone pensaba que la mayoría de obispos deben ser del clero secular.
Me llamo la atención que yo podía hablar con un obispo sin mucho aspaviento, ya que antes hablar con uno de ellos me hacía sentir inferior.
Recuerdo que uno de los temas más duros fue la presencia de Cristo en la Eucaristía, pues lo cuestionaban los mismos obispos, eso era para mí, una gran experiencia.

10. Cuando se discutía un nuevo Cisma dentro de la Iglesia en manos de Lefevre ¿Qué opinaban cuando este dice,  que la iglesia se está alienando si deja el latín en la liturgia?
Bueno yo ahí aprendí la libertad de expresión, porque yo había sido formado que las cosas deben ser claras y precisas, sin cuestionamiento,  porque fuera de ella, eres anatema (maldito). Cuando Lefevre se levanta y dice que él no acepta el concilio, diciendo que esto era obra del diablo, en ese tiempo el objetivo era escuchar a todos, por tal razón a Lefevre no se le excomulgo, pero sí, se le margino. Yo tenía dos compañeros que eran afines a las ideas de Lefevre,  que no querían saber nada del Concilio Vaticano II.

11. Padre, ¿entro en algún momento a la Sala Magna de discusión, que era reservado solo a los padres conciliares?
Cuando yo recién llegue,  entre a la casa de los jesuitas; al día siguiente, yo no sabía de quien era el que estaba tomando desayuno a mi lado, y este me dice: quieres ir a conocer el Vaticano,  ¡acompáñame!,  yo le dije: bueno,  vamos;  y en el trascurrir, la guardia suiza se le para en frente y le dice: “Eminencia” y a mí como ven, me dicen “monseñor”, jajaja  (interiormente yo me estaba jaraneando),  ahí recién me di cuenta,  que estaba al lado de un Cardenal. Ya en la sala Clementina,  puesto que él tenía que hablar con el Papa, yo me quede casi perdido y embobado, que tuvieron que buscarme jaja.
Otro día, mi obispo me dice: tienes que acompañarme a una de las sesiones de la reunión magna, fui con él,  y cuando estaba ahí en la puerta, me decían: “pase, pase, reverendo”, me dieron unas hojas para que yo puedo repartir en un sector, y lo que yo vi ahí, fue una cantidad de obispos de todos los países, para mí eso fue una gran experiencia.

12. ¿Padre, conoció personalmente al Papa Juan XXIII o Pablo VI? Cuéntenos alguna experiencia personal
En  verdad mi deseo era conocer a Juan XXIII, porque mi Nuncio, me había hablado mucho de él, pero cuando yo llegue, ya había fallecido el Papa; pero sí conocí a Pablo VI.
Todo esto me llevo a conocer más y más a la iglesia, ya que antes yo no comprendía mi vida de servicio hacia los demás, yo ahí aprendí a servir y aguantar a mi hermano,  descubrí otra vez, que estaba sirviendo al mismísimo Cristo en el prójimo; para mí, Vaticano II, era una actualización de mi vida.

13. Padre, el Concilio Vaticano II fue aperturado por Juan XXIII y clausurado por Pablo VI ¿cambio el estilo de este cuando hubo esos relevos? ¿En qué?
Después de la primera sesión que lo convoco Juan XXIII, y la segunda que fue presidida por Pablo VI, hubo una especie de desorden por la cantidad de temas y de comisiones,  entonces las redujeron a todas.
La motivación era ahora, hay que conocer a la Iglesia, ¿qué es?, ¿qué eres para el mundo?, ¿qué cosa le das al mundo? y con esas ideas sencillas, se empieza a enrumbar el Concilio,  como nunca, se empezó a hablar de la iglesia; es ahí donde se empieza a utilizar la frase de Juan XXIII, “la luz de la gente”,  donde se descubre que la iglesia tiene que ser la luz de la gente hoy, de mañana y de siempre.

14. Padre el Papa Juan XXIII tuvo un cardenal que le hizo la vida imposible, ¿Qué hablaban de este en su círculo cuando muere el Sumo Pontífice?
En mi universidad cuando hablamos del cardenal Ottaviani, se le hablaba que este era un hombre de carácter soberbio, un poco cegatón, pero que hablaba un latín precioso, pero ahí quedaba; a él se le veía como “este es el que ha matado a Juan XXIII”, a pesar que Ottaviani le había pedido perdón antes de que firmara la encíclica PACEM IN TERRIS; por que hablar de la Curia Romana de entonces,  era como hablar de lo peor, por eso nosotros decíamos, para que hablar de eso, como estudiantes se decían los nombres de la gente que le hacia la vida imposible al Papa bueno,  pero nosotros no decíamos absolutamente nada, pero siempre se estaba a la expectativa de que se diga algo de él, pero después Ottaviani pidió perdón a la iglesia, pero no creíamos en la sinceridad de su perdón.


15. Padre, en esa época el tema que se discutía fuertemente eran: anulación del celibato, mujeres sacerdotisas, y la infabilidad del Papa, cuéntenos ¿Cómo eran esas discusiones?
No teníamos un concepto claro, nosotros que estábamos en el seminario no estudiamos el Concilio Vaticano I, que aceptaba la inefabilidad del Papa, bueno como dogma, lo aceptábamos, pero no se tenía la definición exacta para poder discutir, para poder entender su trascendencia; incluso, habían algunos autores que llegaban y decían ¿el Papa es infalible?; como dijo Juan XXIII: la iglesia no tenía que preocuparse por los dogmas, sino preocuparse por servir al pueblo, servir al mundo, adecuarse a lo que necesita el mundo, esta debe ser  “Madre y maestra de todos” pero, con humildad, con apertura, sin desprecios y luego dar razón de su fe; eso no era fácil. Entonces comenzó una serie de preguntas sobre ¿qué significaba la infabilidad?,  ¿hasta donde llega la infabilidad?, ¿quiénes son infalibles?, ¿porque el Papa es infalible?, ¿para qué, el Papa es infalible?, etc, etc. Son preguntas que en ese momento, los peritos, los doctores, los catedráticos son los que nos estaban dando las respuestas de una o de otra manera, pero cuando llegamos al Lummen Gentium, ahí encontraremos la razón de ser de la infabilidad.
Ya en otro concepto hablaban ¿quiénes son?...antes hablaban de la iglesia, la iglesia daba la impresión de que no era, por ejemplo los obispos no eran iglesia, ese concepto particular de iglesia es del Concilio Vaticano II, antes los obispos eran como una especie de apéndice de un rey, de  príncipe, por eso los obispados se llamaban palacio episcopal, también la manera como se vestían, tenían una cauda (una cola de 5 o a 10 metros), cuando el obispo o el cardenal tenían que ir a celebrar la misa que se llamaba pontificar, tenían que ir acompañados de toda su indumentaria, entre todos los sacerdotes, los seminaristas. Entonces, él iba adelante, como príncipe, y solo las personas escogidas que eran los caudatarios iban con él. 
La novedad en el Concilio Vaticano, fue que nos definió quien era esa iglesia particular, desde allí los obispos son vistos como los sucesores de los apóstoles; mas no como los escogidos por el Papa; eso, es un cambio de mentalidad.
La iglesia es infalibles solo en dos cosas: en doctrina y moral y no en otros asuntos. Y que la infabilidad de la iglesia tiene que prologarse hasta el colegio de los apóstoles; desde allí se comienza la comunión entre el Papa y los obispos.

16. Padre, había otros temas que se discutían fuertemente en el Concilio. Estos eran: la anulación del celibato, las  mujeres sacerdotisas, entre otros.  Cuéntenos, ¿Cómo eran esas discusiones?
No es un chiste, es una realidad lo que les voy  a decir: las monjitas protestaban con sus pancartas en la plaza San Pedro e incluso realizaban vigilias donde expresaban: “Las mujeres al sacerdocio”. También algunos curas hacían sus vigilias para que se anule el celibato, rezando para que el Espíritu Santo ilumine a los obispos dentro del Concilio. Muchos decían por qué no hacemos como la iglesia ortodoxa, donde los sacerdotes se casan; recuerdo, que estos  protestaban repartiendo volantes donde esgrimían sus argumentos, sean estos teológicos o doctrinales, estos panfletos llegaban a las universidades donde nosotros como estudiantes lo discutíamos.
17. Mientras usted estaba en el Vaticano ¿Qué noticias o qué hablaban en el Perú  de este magno evento?
Yo no sabía con exactitud eso, pero cuando retorné al Perú, el país se había admirado con un acontecimiento como este, pero me pregunto ¿Llegó a la mente? ¿llegó al corazón?, también, muchos de nosotros que fuimos a estudiar Roma, me preguntaba: ¿qué significo para nosotros el Concilio, porque mayormente nosotros lo que decíamos como sacerdotes tenía que ser “amen” para la gente que nos escuchaba, pero muchas veces había un grito en mi mente: ”servir, servir como Cristo”, eso me rompía la cabeza. Ya no  era que el sacerdote hacía y deshacía, sino que ahora debía agachar la cabeza y servir; incluso este lenguaje: “yo soy un servidor de ellos”,  eso no me entraba en la cabeza. Eso sí, teníamos todos en la cabeza (sacerdotes) que si alguien injuriaba al párroco decíamos: “ANATEMA” (maldito), pero esto, cambia con el Concilio Vaticano II,  ahora a nosotros nos decía: “tú debes servir a tu prójimo, que es un Cristo”; eso para mí, fue muy fuerte,  de saber que Cristo está en el borracho, en ese que se expresa mal de mí, era intolerable, entonces, cuando leímos “Gaudem et spes”,  ahí comprendí, lo que es la iglesia verdaderamente.

18. Hablando de ese tema padre, han pasado poco más de 50 años de ese evento histórico donde usted estuvo, ¿hay avances? ¿cuáles?
En el Perú gracias al cardenal Juan Landázuri se comenzó a aplicar en serio el Concilio en el Perú, además, él era el presidente de la Conferencia Episcopal del Perú; lo interesante es que encontró un eco en muchos obispos. Lo que este dijo es, que el Concilio Vaticano II debe estudiarse en todos los seminarios y las universidades católicas, incluso que el documento debes ser una fuente insoslayable, como punto de referencia de orientación al dogma; se buscó formar un clero secular con vestigios del Concilio Vaticano II, y adaptar este a la realidad peruana; ahí aparece el padre Gustavo Gutiérrez con su teología de a liberación y la opción por los pobres.
Ahora, tú me preguntas si lo aplicaron; una cosa es conocer y otra cosa es hacer; tú me preguntas si ha habido progreso, lo pongo en duda porque en las universidades católicas tenían que haber hecho eso, porque tampoco me imagino un Seminario que ignore dicho documento, porque yo pienso que un curita que no ha leído la Lumen Gentium, este está fuera de foco, ¿Por qué?, porque esta es la nueva eclesiología.

19. Padre “fuera de la iglesia, no hay salvación, ¿Qué pensaba de esa premisa antes del
Esa premisa lo aprendí de memoria porque en ese contexto, yo era la autoridad, porque los que estaban de acuerdo conmigo, estaban en el camino de la salvación, y los que no están de acuerdo conmigo, simplemente,  no están en el camino de la salvación, o sea, la condenación; nosotros lo practicábamos y lo defendíamos.
Pietro Pavonni nos enseñó la encíclica “MATER ET MAGISTRA” donde nos decía, que nosotros no teníamos que mandar, ni despreciar, sino todo lo contrario; que la iglesia es un madre y una maestra, pero para quien ¿qué solo para los católicos?, NO; sino para toda la humanidad, sea o no sea este creyente; o sea, la iglesia tenía que ser como Cristo: “todo para todos”,  de ahí comprendí que la salvación esta para toda la humanidad.
Suenes “nos metió a la cabeza” que el Espíritu Santo es para todos, es ahí donde se comienza a hablar sobre la gracia,  que este es para todos los hombres.

20. En el Concilio, algunos clérigos discutían qué la iglesia es un producto histórico, que si por ejemplo Ud. hubiese nacido en Arabia Saudita, lo más probable es que Ud. sea musulmán o en Inglaterra, un cristiano anglicano, ¿qué opina de ellos?
Gracias al ecumenismo comprendí que el hombre es libre de elegir la religión que quiera, con tal que lo haga de buena fe. Recuerdo una experiencia con los anglicanos, donde el cardenal anglicano Newman se convierte al catolicismo o de que un judío se convierta al catolicismo etc, ¿esto qué significa?, que ante cualquier cosa de por medio, está tu libertad.

21. Padre, tenemos nuevo Pontífice el Papa Francisco, ¿es la hora de un nuevo Concilio? hoy cómo van los tiempo y los cambios generacionales son más raudos, ¿debemos esperar una década más? o  ¿llegó el momento, y este es ahora?
Lo que el Papa actual está haciendo en este momento es aplicar Vaticano II y su reto es a partir de la pobreza y de la sencillez; él quiere, que al Papa lo vean como al mismo Cristo y ese es su reto, este le pide a los obispos que sean rostros viviente del mismo Cristo, ese es un reto para mismos curas,  incluso nos pide ser un rostro viviente de Cristo ahora; ese es el mensaje del Concilio Vaticano II.
El Concilio Vaticano II,  ha hablado de la iglesia y ha hablado de sí misma, ser la servidora como Cristo,  entonces, estoy seguro que este Papa y el que viene,  va a seguir recogiendo muchas cosas del Concilio.
Pienso que no hay necesidad de un nuevo Concilio,  porque no hemos aplicado siquiera el 10% de este,  porque este tiene una riqueza enorme aun sin explotar; ¿para qué buscar sabiduría si tengo un tesoro de sabiduría para la gente?

22.  Padre un mensaje final, después de haber remembrado una experiencia personal e historia a los que van a leer y escuchar esta entrevista sea la gente de mi maestría o los internautas de mi página en internet ¿qué nos deja?
En primer lugar,  no olvidarse de los gestores del Concilio, siempre hay que tenerlos con gratitud y en oración, pero también a los que van aplicando el mensaje de este Concilio, y también a todos aquellos que conocen con profundidad los alcances del Vaticano II para que puedan transmitir con humildad y sencillez a sus oyentes, y estos la puedan entender y puedan animarse a practicarlo en su vida.
Aparecida me gusto porque los mismo obispos hablaron con un lenguaje sencillo para la gente sencilla.

Padre Florencio, me ha dado un gusto hablar con mi párroco, muchas gracias por concedernos esta entrevista y darnos su testimonio de vida. Lic. Manuel Calle Reyes