sábado, 1 de mayo de 2010

LIBRO EDUCANDO A UN FUTURO LÍDER - el lider y su vision de futuro - manuelcallereyes - axis mundi


Lección 3 - LIBRO: EDUCANDO A UN FUTURO LÍDER

Autor: Lic Manuel Calle Reyes (derechos reservados)
A. CONCEPTOS
Visión de futuro
En un mundo tan cambiante como el actual tan sólo sobreviven aquellas organizaciones que saben adaptarse a los cambios con rapidez, y se me viene a lamente esta premisa “sino cambias te extingues” y también “siempre hay una forma mejor de hacer las cosas”. Y el saber anticiparlos, el ser capaz de tomar la iniciativa, constituye una ventaja competitiva de primer orden y permite que la organización gane posiciones. El líder tiene la habilidad de adelantarse a los acontecimientos. El líder se caracteriza por esta capacidad de "ir por delante", no olvide él se anticipa a los demás, él ya esta pensando en la próxima obra que ha de realizarse mientras los seguidores juntos con el hacen el “presente”, Ello le permite ir tomando las medidas oportunas para que la organización se encuentre siempre en primera línea.
Esta capacidad estratégica es captada por el grupo y en ella se basa gran parte de la confianza que éste deposita en su líder, en la medida en que entiende que su futuro se encuentra en buenas manos. El líder se preocupa del corto plazo de la organización, pero también, y muy especialmente, del largo plazo. El líder no es una persona que en un momento dado tiene una idea "mágica", sino que su manera habitual de funcionar es mirando siempre hacia delante, señalando nuevos retos, fijando nuevas metas, lo digo porque en mi experiencia personal, que mientras que los integrantes de la organización junto conmigo estábamos realizando el plan anual de la organización, yo como líder de dicho grupo ya estaba construyendo el plan de aquí a cuatro años, es decir el trabajo largo plazo sin descuidar el de corto plazo.
Es una persona inquieta, inconformista, soñadora, pero que consigue materializar sus sueños: tiene una confianza ciega en llegar a lograr sus objetivos. El líder es seguido por el equipo porque genera confianza; su visión de futuro es exigente, pero creíble y motivadora: genera entusiasmo. El futuro que el líder defiende conlleva objetivos difíciles pero alcanzables. Si su idea de futuro fuera meramente utópica nos encontraríamos ante un lunático, no ante un líder, este es un soñador incansable, que sueña no dormido, sino “despierto”.
Su visión de futuro genera un fuerte consenso dentro de la organización. Debe ser un futuro que busque el bien de la empresa, pero también el de cada uno de sus empleados. Si no fuera así, difícilmente conseguiría el respaldo del grupo, y sin este respaldo difícilmente podría alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, si el gerente de una empresa busca maximizar el beneficio a base exclusivamente de recortes de gastos (incluyendo reducciones de plantilla) no es probable que genere excesivo entusiasmo entre los empleados (el interés de la empresa chocaría con el particular de cada persona). Si por el contrario, basará su estrategia en mejorar la calidad de los productos, buscando un crecimiento del beneficio empresarial del que se beneficiaran también los empleados, es muy probable que éstos pusieran todo su empeño en lograr este objetivo. Aunque el líder es quien señala los objetivos a largo plazo, en su concreción debe buscar que participen activamente sus colaboradores con el objetivo de conseguir establecer unas metas que todo el mundo sienta como propias. La organización se siente especialmente motivada cuando lucha por unos objetivos con los que se identifica.
En definitiva, esta visión de futuro es lo que distingue a un líder de un simple buen gestor, buen jefe o buen coordinador. El buen gestor es capaz de conseguir que los empleados trabajen eficientemente, que se encuentren motivados, que alcance los resultados propuestos, pero le falta esa visión estratégica que es básica para asegurar la supervivencia de la organización.
B. REFLEXION EN VALORES
VISIÓN
Muchas personas se encuentran extraviadas en la vida porque sienten que no han pensado seriamente lo que desean ser, hacer o contribuir. La improvisación de su vida puede ser, con frecuencia, causa de sus tropiezos y frustraciones. Si no quieres vivir a la deriva, define claramente lo que te inquieta y motiva, elige hacia dónde deseas conducir tu vida, de inmediato notarás la gran velocidad que toma tu existir, pues la convicción de hacer lo que realmente deseas puede ser el mejor impulso para tu energía. La suma de tus misiones te recordará tu gran misión y delineará la mística con que debes vivir.
La vida no se improvisa, se programa.
Si te programas todos los días para triunfar, te garantizo que más de una vez darás en el blanco. Lo importante es disparar muchas veces, aunque no siempre se acierte.
La ilusión es lo que mueve al ser humano: la ilusión de tener una pareja, un hijo, un automóvil o una casa, de ganar una medalla, de realizar el sueño más anhelado. La ilusión es la esperanza del espíritu. ¿Tienes ilusiones?
Todos buscamos un tesoro. Tal vez alguno busque servir a la medicina, otro a la ingeniería, trabajar como comerciante, vendedor, religioso, maestro o ser líder. Cada quien tiene un tesoro que encontrar en la vida. Ese tesoro Dios nos lo ha dado, lo traemos dentro.
El objetivo real de nuestra vida es tan importante que si logramos identificar el centro de nuestra existencia es como si inauguráramos una nueva forma de vivir, es como resucitar. Recuerda que tú eres el único que le puede dar forma a tu vida.
El día de hoy tienes una tarea importante: visualizar qué tipo de persona quieres llegar a ser. Empieza a soñar con ese posible ser humano que puede llegar a realizarse en ti. Sé un ser extraordinario. Miguel Ángel Cornejo
C. ORATORIA
El Público
Cuando se habla en público lo primero que hay que buscar es captar su interés y atención, con vistas a que la comunicación resulte efectiva. Hablar a un público que no muestra interés es perder el tiempo. Si el público asiste al acto es porque le interesa, porque espera obtener algo (aprender, conocer otros puntos de vista, pasar un rato agradable, etc.), por lo que hay que intentar no defraudarle. No hay que ver al público como al enemigo. Hay que preparar el discurso en función del público que se espera que asista: Tratando un tema que le interese (si el orador tiene la opción de poder elegir). Utilizando un lenguaje apropiado, comprensible; no se deben utilizar términos que le resulten extraños (no es lo mismo dirigirse a universitarios que a un grupo de jubilados). Un mismo tema se puede abordar de manera diferente en función del público objetivo. Una presentación sobre el buen comportamiento del paro en España será diferente si se realiza en el Congreso de los Diputados o si tiene lugar en un meeting político (en el primer caso será una presentación más formal, distante y sobria, mientras que en el segundo caso puede ser más informal y apasionada). Aunque hasta el momento de la intervención no se tendrá una idea exacta del público asistente, habría que hablar previamente con los organizadores del acto para que indiquen qué tipo de público se espera que asista.
Un aspecto que conviene tener en cuenta es si se trata de un grupo homogéneo (por ejemplo, alumnos de la facultad de derecho) o no (por ejemplo, el público de las fiestas locales), ya que el discurso deberá ir dirigido a todos ellos. No se deben utilizar términos o expresiones que parte del público no conozca, ni entrar en unos niveles de detalle que a una parte del público pueda no interesarle, o que sencillamente no sea capaz de entender. También hay que informarse del número previsto de asistentes: No es lo mismo dirigirse a 10 que a 300 personas. Esto influirá en la capacidad de interactuar (preguntar, debatir, etc), en la necesidad o no de utilizar micrófono, en los posibles medios de apoyo (pizarra, proyectores, etc.). Si el público es numeroso habrá que hablar más alto (con independencia de que se utilice micrófono), aspecto que se tendrá en cuenta en los ensayos. Con pocos asistentes el estilo puede ser más informal, más cercano, frente a un estilo más formal cuando la audiencia es numerosa. Hay que tener en cuenta el posible conocimiento que pueda tener el público sobre el tema que se va a abordar, ya que esto determinará hasta que nivel se podrá profundizar, o que vocabulario, más o menos técnico, se podrá utilizar. Un aspecto que también influirá en el discurso es si el orador conoce ya al público (ha participado en ocasiones anteriores, trabaja en la empresa, vive en el pueblo, etc.) ya qué esto podría permitirle darle a su discurso un toque de mayor cercanía, más informal. Hay que tratar de anticipar si el público va a estar de acuerdo o no con la tesis que se va a exponer y en el caso de que se prevean discrepancias, intentar conocer las razones de las mismas.
En la exposición de puede hacer referencia a otros posibles puntos de vista, tratarlos con rigurosidad y respeto, aunque indicando que no se coincide con ellos. También hay que considerar las preguntas más probables que el público pueda plantear, lo que permitirá llevar preparadas las respuestas.
Lic. Manuel Calle Reyes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

maestro en verdad su porpuesta es acertada... que espera que no publica ya su planteamiento... siemrpe sere un seguidor suyo... EL DISCIPULO

itali dijo...

sono molto sorpreso per i tui scritti, sono belli e mi piace troppo. molto bene Manuelle. Sei un BRAVO.
The Prada - Milano - il suo alunno