SEMINARIO
INTERNACIONAL: MERCADO, SOCIEDAD Y DESARROLLO
En este siglo XXI la UE se ha orientado a afrontar los problemas de pobreza,
desocupación, marginación, a través de políticas de “inclusión social”, pero,
esta inclusión (dar beneficios, ayudas para que participen) indica:
pertenencia, reconocimiento, criterio de selección, acceder a un sistema
societario, pero quién no tiene esa característica, generará una nueva
exclusión. Este código moderno de inclusión es de origen hobessiano; esta
dificultad se reconduce a 2 procesos, el de los incluidos y los excluidos, ahí
está la crisis, pues me pregunto ¿Cuál es el código que caracteriza a un
incluido para excluirlo?, porque así el sujeto puede ser incluido con
determinados aspectos, condiciones con relación a una cierta situación
coyuntural y del tiempo, pero ¿Quién estipula esos parámetros?, como ha
sucedido en la historia; por ejemplo, hoy se debe enfrentar: más libertad a los
ciudadanos, más autonomía, seguridad social, igualdad, abrirse a la
globalización etc, pero me pregunto ¿acaso no han variado los criterios en el
tiempo?, será ¿Qué el estado social ya no puede intervenir si su intervención
crea dependencia social en el lugar donde actúa?, me hago esa legitima
pregunta. Entonces un nuevo Welfare puede emerger, es decir la búsqueda de otra
alternativa a la solución hobessiana, y esta alternativa es, un Welfare
subsidiario que sea relacional, societario y plural.
Esta solución hobessiana se va difundiendo en
occidente dónde cada vez el bienestar es más riesgoso, donde hay falta de
trabajo, sistemas sanitarios y seguridad social son ya insostenibles en la
forma en que fueron diseñados, pues ha empeorado la condición de vida. Hoy, vemos
a un occidente con baja natalidad, envejecimiento, inmigración; todo esto va a
generar nuevas guerras; pues los jóvenes actualmente, no tienen una perspectiva
de vida decente, no hay una vejez tranquila, hasta difícil es andar por las calles
por la carencia de seguridad, entonces, el siglo XXI será un siglo de grandes miedos,
pues se teme una “nueva barbarie”, un regreso al “estado selvático” y justo ahí
Hobbes (1588-1679) da su solución, entendiendo que hay un “estado de
naturaleza” es decir el hombre es un lobo para el hombre, en suma, el hombre
está en condición de guerra de cada uno contra otro; a la sazón, ¿Qué hacer?,
la solución es: hacer un contrato que delegue el poder a una autoridad
(Leviatán), que tenga el monopolio de la fuerza para así garantizar las
libertades individuales y la paz social, es decir, el bienestar; está es la
solución hobessiana al problema del orden social, en suma, hacer que ese
“Alguien” dicte reglas y nos haga pasar del estado natural al estado civil,
como si fuéramos unos salvajes; y hay que hacerlo mediante un contrato, un
“pactum uniones” y un “pactum subjectionis”; donde ese alguien es un Leviatán
(El monarca absoluto), que evolucionó en “Republica jacobina”, que hoy se
advierte que podría asumir en “nuevas formas”. Entonces así la modernidad ha construido
su constitución política teniendo como base e insumo a esta solución, generando
comunismo, nazismo, fascismo y otras donde ha dado remedies a las condiciones
de bienestar material de la población. El problema según mi entender es ¿Por
qué la “salvación” (el welfare) debe venir de los “alto”?.
La solución keynesiana que se desarrolló en los países
escandinavos y en Estados Unidos mezclado con la solución hobessiana tiene su lógica
individualista que se contradice con la lógica con el Otro; ahora eclipsado el
modelo keynesiano con sus medidas privatistas (ya no hay nada que privatizar
hoy), se habla de la “tercera vía”, donde hoy se está configurando dos
variables de la solución hobessiana: la europea (utilitarista y materialista) y
la norteamericana (normativa y voluntarista). Entonces, estamos frente un
Welfare que no tiene ya la necesidad de imponer elecciones al individuo sino le
pone un “abanico de opciones” a las que él se adhiere supuestamente de manera
independiente, aceptando finalmente esa sujeción en su libertad y control,
ausentado así un mundo posible fuera de la propuesta de éste; ese es el engaño
del hoy, hacer creer a los demás que son “libres” cuando no lo son en
definitiva.
Hoy el welfare hobessiano se basa en conflicto de interés
tanto materialista, utilitario e individualista, pues, hoy ya no se puede vivir
en paz si es que no se somete todo al poder político (Leviatán), perjudicando así,
la libertad individual, más debemos de agregar a esto el fenómeno de la
globalización que reduce los poderes de los estados nacionales y crea nuevas
pobrezas, nuevos desafíos ecológicos; por lo tanto, la solución hobessiana no
puede ser siquiera una propuesta, pues va camino al ocaso. ¿Cuál es la alternativa?,
antes de mencionarlo, agrego que no se puede continuar con la solución
hobessiana porque con el proceso globalizador ya no es posible recurrir a una
autoridad tipo Leviatán, que ordene la sociedad, pues su complejidad se ha
elevado demasiado; la solución puede ser: que el nuevo welfare no puede ser
construido sobre una visión antropológica negativa como la hobessiana, pues el
hombre es débil, pero no incapaz, debe tener este welfare una tesitura más
humana, porque la visión negativa nos ha llevado a una dinámica negativa como
consecuencia; otros dicen, crear una sociedad que permita a los individuos
todas las libertades posibles, dicho aspecto, no lo creo, pues esa libertad que
haz lo que quieras menos agraviar las
libertades de los otros es ambiguo, porque con eso se legitimaría la droga, matrimonio
gay, poligamia; dándose un culto a lo individual; pues el bienestar no puede
ser concebido con aspectos materialistas, individualistas y utilitarias;
concluyo diciendo que: es necesaria una configuración capaz de poner en
sinergia la integración sistémica con la social, es decir un gobierno de la
subsidiariedad, pues el contrato según el Leviatán se basa en la desconfianza,
la sospecha, en cambio el estado subsidiario se basa en el respeto a la
dignidad, a no disminuir las capacidades del otro, un estado con principios subsidiarios
que ordene la sociedad y la norme pero que brote de la dimensión social del
hombre, con una definición autentica de la persona, que ésta sea el fundamento metafísico,
con un concepto de persona en el cual se base en los siguientes aspectos: una
persona inalienable, pleno, con capacidad de donarse, autotrascendente; esto
nos llevará a la sociabilidad, ya que es connatural a él.
Se necesita un estado subsidiario donde se perciba a una
sociedad que facilita, protege y asegura el cumplimiento de la vida de la comunidad
y a su vez ésta a la familia para terminar en el más importante: la persona.
Gracias
MERCADO MEDIEVAL - MILANO (ITALIA)
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