domingo, 12 de agosto de 2012

LA NUEVA GEOPOLÍTICA DE EEUU - LIC. MANUEL CALLE REYES - ANALISIS DE LA OBRA DE MICHAEL KLARE.


GEOPOLITICA NORTEAMERICANA

Lic Manuel Calle Reyes

LA NUEVA GEOPOLITICA -  Michael Klare

La guerra en Irak ha reconfigurado de muchas maneras el panorama geopolítico global, algunas no serán aparentes por muchos años, quizás por décadas. La guerra ciertamente ha alterado las relaciones de EEUU con Europa y el Medio Oriente. Pero su impacto va más allá. Más que nada, la guerra revela que el nuevo eje central de la competencia mundial es el área sur central de Eurasia.
La Geopolítica, como un modo de análisis, fue muy popular desde finales del siglo XIX y hasta la primera parte del siglo XX. Si usted estudiaba entonces lo que los académicos llaman hoy día relaciones internacionales, habría estado estudiando geopolítica.
EEUU tenía que controlar el Medio Oriente y su petróleo. Esa fue la base de la Doctrina Truman, de la Doctrina Eisenhower y de la Doctrina Carter. Los EEUU tenía que controlar partes de África, por su riqueza minera en cobre, cobalto y platino. Es por eso que EEUU respaldó al régimen apartheid en Sud Africa. Y la razón para las guerras de Corea y de Vietnam fue entendida en los altos niveles en términos del interés de EEUU por el control de la cuenca del Pacífico.

La política mundial es esencialmente una lucha por quién controla el corazón de EURASIA.

Los estrategos de mediados del siglo XX vieron dos maneras a través de las cuales podía alcanzarse el dominio global. Una era a través de la emergencia de un poder continental (o de una combinación de poderes continentales) que dominaran Eurasia, y con ella, al resto del mundo. Fue precisamente este temor -que una Europa continental controlada por Alemania y Rusia, junto con el Japón-que dominara China y el Sur Este de Asia, emergiera como una gran potencia continental y dominara el “heartland” de Eurasia, reduciendo entonces a EEUU a una situación marginal-lo que galvanizó a los líderes americanos en los comienzos de la Segunda Guerra. Franklin D. Roosevelt estaba hondamente empapado en esta forma de análisis, y es este punto de vista estratégico-ideológico el que gatilló la intervención de EEUU en la Segunda Guerra Mundial.
La otra estrategia de dominio global que perciben los estrategos geopolíticos de principios del siglo XX era el control del “rimland” (las cuencas, los bordes) de Eurasia -esto es, Europa Occidental, la Cuenca del Pacífico y el Medio Oriente-y con esto, contener cualquier emergencia de una potencia en la zona decisiva (la heartland). Después de la Segunda Guerra, los EEU determinó que de facto mantendría presencia militar permanente en todos los bordes de Eurasia. Esto es lo que se llamó “estrategia de contención”. Y fue este punto de vista el que llevó a la formación de la OTAN, del Plan Marshall, la ASEAN, el CENTO y las alianzas militares con Japón y Taiwán.
Las bases de EEUU en Europa se han estado cerrando, mientras se establecen nuevas bases militares en el área del Golfo Pérsico y en Asia Central.
Es importante anotar que este es un proceso que comenzó antes del 11/9. El 11 de Septiembre dio un empujón a este proceso y produjo un mandato popular, pero esto fue enteramente casual, desde el punto de vista de los estrategos norteamericanos. Fue el Presidente Clinton quien inició el establecimiento de lazos militares con Kazajstán, Uzbekistán, Georgia y Azerbaiyán, y quien construyó la capacidad de EEUU para intervenir en el Golfo Pérsico y el área del Mar Caspio. La victoria militar en Irak no fue la victoria de Wolfowitz y Rumsfeld, fue Clinton quien hizo esta victoria posible.
La Guerra contra Irak fue lanzada para proveer a los Estados Unidos con una posición dominante en la región del Golfo Pérsico, y servir como punta de lanza para futuras conquistas y afirmación de poder en la región. Fue apuntada tanto contra China, Rusia y Europa como contra Siria e Irán. Es parte de un largo proceso de afirmación del poder dominante de EEUU en la zona central-sur de Eurasia, en el área decisiva (heartland) de este mega-continente.
Pero,¿por qué específicamente ahora el área de Golfo Pérsico/Mar Caspio? En parte, esto es así porque aquí están localizadas las mayores reservas de petróleo-aproximadamente el 70 % de las reservas conocidas. Y usted tiene que pensar en el petróleo no justamente como fuente de energía -aunque esto es importante-sino como fuente de poder. Como lo ven los estrategos de EEUU, quien quiera que controle el petróleo del Golfo Pérsico, controla la economía del mundo y, con ello, tiene la última palabra frente a todos los poderes competidores.
Esta región es también la única área del mundo en donde chocan los intereses de todos las grandes potencias putativas. En el área del Mar Caspio, fuertemente disputada, Rusia es una potencia en expansión, China es una potencia expansiva, y los EEUU, igual.
La viabilidad estratégica del Estado-Nación
Luego de la caída del simbólico "muro de Berlín", el poder internacional comenzó a redistribuirse en un sentido restrictivo. Estados Unidos es la única potencia que ha consolidado su poder. Estratégica y militarmente ha definido su "papel hegemónico global". En el campo económico y tecnológico aun existe un cierto equilibrio entre centros de poder que se destacan en Europa, Japón, y que a través de empresas transnacionales procuran establecer una relación de interdependencia con Estados Unidos, sin descontar la importancia de China.
Los objetivos geopolíticos hegemónicos globales de Estados Unidos
La posición hegemónica global de Estados Unidos, que comienza a gestarse a partir de la segunda mitad del siglo XX, es algo novedoso en el sistema internacional. A lo largo de la historia mundial, ningún sistema ejerció una hegemonía global. Las hegemonías regionales , también, han sido escasas. Se comenzó a hablar de ella en el siglo XVIII. "La hegemonía británica, que fue muy intensa en lo económico, en lo cultural y, en ciertos aspectos, también en lo militar (Gran Bretaña dispuso de una flota mayor que todas las demás flotas del mundo juntas), nunca fue tan fuerte como para incitar a Gran Bretaña a organizar el mundo. Los ingleses hicieron lo posible para regularlo de acuerdo con sus intereses, pero no para dominarlo".
Tampoco existió hegemonía española en el siglo XVI, ni francesa en el siglo XVII aunque Luis XIV -el Rey Sol- se acercó a ella. Napoleón y Hitler, como conductores de un Estado lograron por poco tiempo dominar tan sólo gran parte de un continente, pero nunca la política mundial.
Eurasia es "el tablero en el que la lucha por la primacía global sigue jugándose y esa lucha involucra a la geoestrategia: la gestión estratégica de los intereses geopolíticos". Considera que a partir de la Primera Guerra Mundial -que fue una guerra europea, no una guerra global- "Europa iría dejando progresivamente de ser un sujeto para convertirse en un objeto de la política global"."La era europea en la política mundial llegó a su fin en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial".
La dimensión geopolítica no podía haber quedado más clara: América del Norte versus Eurasia disputándose el mundo. El ganador dominaría verdaderamente el globo.
la principal meta geoestratégica de los Estados Unidos en Europa se puede resumir en pocas palabras: consiste en consolidar, a través de una asociación trasatlántica más genuina, la cabeza de puente estadounidense en el continente euroasiático para que una Europa en expansión pueda convertirse en un trampolín más viable para proyectar hacia Eurasia el orden internacional democrático y cooperativo".
El alcance y la penetración del poder global estadounidense en al actualidad son únicos. Controla todos los océanos y los mares principales del mundo. Tiene la supremacía en los cuatro ámbitos decisivos del poder global:
-                    En el militar con un alcance global inalcanzable
-                    En el económico: a pesar de las sombras actuales de recesión, continúa siendo el principal mercado productor y consumidor
-                    Mantiene –aunque con relativo margen- una posición de liderazgo tecnológico en los sectores de punta
-                    En el cultural, ejerce una fuerte influencia en el amplio campo de la juventud mundial, procurando establecer un determinado modelo socio-político global.
La estrategia geopolítica de EEUU en América Latina se basa en el control del petróleo, el agua y la biodiversidad
El agua se presenta como el mayor conflicto geopolítico del SXXI. Se espera que para el año 2025, la demanda de este elemento vital para la vida se incrementará en un 56%, por lo que los poseedores de agua se convierten en blancos de atención

La era del exceso energético o la vida después de la era del PETRÓLEO

v  Sólo hay una cosa, desafortunadamente, segura: la era del exceso energético acarreará intensas batallas geopolíticas por el control de las fuentes remanentes entre los mayores productores y consumidores de energía, como los Estados Unidos, China, la Unión Europea, Rusia, India y Japón. Rusia y Noruega, por ejemplo, ya tienen abierto un contencioso fronterizo en el mar de Barents, una promisoria fuente de gas natural en el extremo norte. China y Japón, por su parte, han tenido desencuentros similares en torno al Mar de China Oriental, un área que alberga otro gran yacimiento gasífero. Todos los países del Ártico –Canadá, Dinamarca, Noruega, Rusia y los Estados Unidos- han reclamado sus derechos sobre porciones muchas veces coincidentes del Océano Ártico, lo que ha generado inéditas disputas fronterizas en estas zonas ricas en energía.
v  El peligro fue puesto en evidencia por un tercer informe, digno de atención, una evaluación anual de amenazas, <http://intelligence.senate.gov/090212/blair.pdf> que entregó el director de la Inteligencia Nacional, el almirante Dennis C. Blair, al comité selecto del Senado relativo a inteligencia, el 12 de febrero pasado. Aunque mucho del informe de Blair se centra en asuntos conocidos, como las aspiraciones nucleares de Irán y la guerra en Afganistán, le dedica considerable atención a la perspectiva de que surjan disturbios sociales y políticos debido al actual colapso económico. "La principal preocupación a corto plazo de Estados Unidos en cuanto a la seguridad, es la crisis económica global y sus implicaciones geopolíticas", se apunta en el informe. Al rastrear esta preocupación, “el tiempo es quizá nuestra mayor amenaza… y los modelos estadísticos muestran que las crisis económicas incrementan el riesgo de una inestabilidad amenazante a los regímenes si perduran más allá de uno o dos años”.
v  Biocombustibles: "Si la demanda de cultivos ligados a los biocombustibles se vuelve mucho más intensa o fallan los resultados de la productividad, la futura provisión de alimentos puede resultar mucho más cara que en el pasado".  
v  Comité Escogido del Senado sobre Inteligencia el 12 de febrero, el almirante Dennis C. Blair, nuevo Director de Inteligencia Nacional, declaró que "La preocupación primordial de seguridad de los Estados Unidos en el inmediato futuro es la crisis económica global y sus implicaciones geopolíticas, Los modelos estadísticos muestran que las crisis económicas incrementan el riesgo de una inestabilidad que amenace al régimen, si perduran durante un periodo de uno a dos años", lo que es seguro que sucederá en la actual situación. 
v  Precios bajos como los actuales son malos para los productores, y dañarán por tanto a una serie de países que el gobierno norteamericano considera hostiles, entre los que se cuentan Venezuela, Irán, y hasta ese gigante del petróleo y el gas natural que es Rusia. Todos los cuales han utilizado en años recientes sus ingresos petrolíferos en aumento para financiar esfuerzos políticos consideradas perjudiciales para los intereses norteamericano. No obstante, los precios menguantes también podrían sacudir los cimientos mismos de aliados petrolíferos como México, Nigeria y Arabia Saudí, que podrían experimentar perturbaciones internas conforme decrezcan los ingresos por el petróleo, y por tanto los gastos del estado.
v  la mayoría de las reservas de “petróleo fácil” ya se han agotado, lo que significa que prácticamente todas las reservas globales que quedan pertenecen a la variedad de “petróleo difícil”. Éstas requieren una tecnología de extracción excesivamente costosa como para ser rentable en un momento en el que el precio por barril sigue estando por debajo de los 50 dólares. Entre las principales se cuentan la explotación de arenas bituminosas en Canadá y las plataformas marinas en aguas profundas del Golfo de México, el Golfo de Guinea y la costa brasileña.

El precio del petróleo desbarata la condición de superpotencia de EE.UU.

Sin petróleo barato y abundante, EE.UU. jamás habría vivido la histórica expansión económica de la era después de la Segunda Guerra Mundial.

El Asunto RUSIA
·                    Otrora como el perdedor humillado, debilitado, de la rivalidad EE.UU.-URSS, Rusia es de nuevo una fuerza a considerar en los asuntos mundiales. Posee la economía de más rápido crecimiento en el grupo G-8 de importantes potencias industriales, es el segundo productor de petróleo del mundo (después de Arabia Saudí), y su máximo productor de gas natural. Porque produce mucha más energía de la que consume, Rusia exporta una parte sustancial de su petróleo y gas a países vecinos, convirtiéndola en la única Gran Potencia que no depende de otros Estados para sus necesidades de energía. Al convertirse en un Estado exportador de energía, Rusia ha pasado de la lista de las viejas glorias a la primera línea de los grandes actores
·                    Bush creyó que podía convertir a una Rusia empobrecida y dócil en una importante fuente de petróleo y gas natural para EE.UU. – y que las compañías energéticas de EE.UU. dirigirían la cosa. Ese fue el objetivo evidente del “diálogo energético” EE.UU.-Rusia anunciado por Bush y el presidente ruso Vladimir Putin en mayo de 2002. Pero si Bush pensó que Rusia estaba dispuesta a convertirse en una versión norteña de Kuwait, Arabia Saudí, o la Venezuela de antes de la llegada de Hugo Chávez, iba a quedar severamente desilusionado. Putin nunca permitió que firmas estadounidenses adquirieran recursos energéticos sustanciales en Rusia. En su lugar, presidió sobre una importante recentralización del control estatal en cuanto a las reservas más valiosas de petróleo y gas, colocando la mayor parte en manos de Gazprom, el monstruo del gas natural controlado por el Estado.

Petróleo: EL SIGNIFICADO GEOPOLÍTICO Y GEOECONÓMICO de cruzar la barrera de los 100 dólares por barril
  • La transformación del ejército de EE.UU. en un servicio mundial de protección del petróleo cuya misión principal es defender las fuentes de suministro de petróleo y gas natural de EE.UU. en el extranjero, mientras vigilan los principales gaseoductos y rutas de suministro del mundo.
  • La transformación de Rusia en un superpoder energético , con control sobre los mayores suministros de petróleo y gas natural de Eurasia y con la determinación de convertir estos recursos en una fuerza creciente de influencia política sobre los estados vecinos.
El gas natural y el uranio sobrevivirán al petróleo en una década o dos más, pero finalmente, también alcanzarán su cenit de producción y comenzaran a disminuir. El gas natural simplemente desaparecerá, como el petróleo; cualquier escasez futura de uranio se puede, en alguna medida, superar mediante una mayor utilización de reactores generadores, que producen plutonio como producto derivado; esta sustancia puede, a su vez, ser usada como combustible en un reactor. Pero cualquier aumento en el uso de plutonio puede también incrementar ampliamente el riesgo de proliferación de armas nucleares, creando un mundo mucho más peligroso y el correspondiente requerimiento para que los gobiernos descuiden todos los aspectos de la energía nuclear y su comercio.
De hecho es una política oficial de EE.UU., consagrada en la “Doctrina Carter” del 23 de enero, 1980, usar la fuerza militar cuando sea necesario resistir cualquier ataque hostil que impida el flujo de petróleo de Oriente Medio.
La doctrina carter define el crudo del golfo Pérsico como de "interés vital" para Estados Unidos, que debe ser defendido "por cualquier medio necesario, incluida la fuerza militar". Tiempo después, el presidente Ronald Reagan invocó este principio para justificar la intervención estadunidense en la guerra entre Irak e Irán de 1980-1988 (para garantizar la derrota de Irán). De nuevo, el presidente George Bush I lo invocó para autorizar las acciones militares contra Irak en 1991, durante la Guerra del Golfo. Reticente a invadir Irak en ese momento, Bush I inició la "contención" de Irak (Bill Clinton la perpetuó), creando así un brutal sistema de sanciones. Luego, al percatarse de que este abordaje no produjo un "cambio de régimen" en Bagdad, Bush II ordenó la invasión de 2003. Se inventaron muchas razones para emprender el asalto a Irak pero, desde una perspectiva histórica, es la evidente culminación de los pasos tomados por Carter, Reagan, Bush I y Clinton, con el fin de asegurar la dominación estadunidense de golfo Pérsico.
El vicepresidente Dick Cheney lo ad-mitió desde agosto de 2002, cuando dijo ante la convención de veteranos de guerra que Saddam debía ser retirado del cargo porque, una vez que Irak se equipara con armas de destrucción masiva, era probable que "buscara la dominación de todo Medio Oriente, controlara una enorme porción de las reservas energéticas mundiales y amenazara directamente a los amigos de Estados Unidos en toda la región".

La contención de CHINA
El presidente Bush y sus principales ayudantes ingresaron en la Casa Blanca a principios de 2001 con un objetivo estratégico claro: resucitar la doctrina de la dominación permanente explicada detalladamente en la Orientación de Planificación de la Defensa (DPG) para los años fiscales 1994-99, la primera declaración formal de objetivos estratégicos estadounidenses en la era post-soviética. Según la versión oficial inicial de este documento, según se filtró en la prensa a principios de 1992, el objetivo primario de la estrategia estadounidense sería obstruir el surgimiento de cualquier competidor futuro que pudiera desafiar la aplastante superioridad militar de Estados Unidos.
“Nuestro primer objetivo es prevenir el resurgimiento de un nuevo rival... que represente una amenaza del tipo que anteriormente fue la Unión Soviética”, planteaba el documento. Por lo tanto, "intentaremos [es obligatorio] por todos los medios impedir que ningún poder hostil domine una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, fueran suficientes para proporcionarles poder global."

El objetivo: China
Cuando la doctrina de dominación permanente fue enunciada por primera vez en 1992, no se especificaba en ella la identidad de los futuros retadores cuyo levantamiento debía ser prevenido mediante acciones coercitivas. En ese momento, los estrategas estadounidenses se preocupaban por una mezcla de rivales potenciales, que incluía a Rusia, Alemania, la India, Japón y China; cualquiera de éstos, se pensaba, podría surgir en décadas venideras como posibles superpotencias, y por lo tanto habría que disuadir a todos de tomar tal dirección. Sin embargo, cuando la segunda administración Bush asumió el poder, en el pensamiento élite el grupo de rivales potenciales se había reducido a sólo uno: la República Popular China. Sólo China, se determinó, poseía la capacidad económica y militar para desafiar a Estados Unidos en calidad de aspirante a superpotencia; y por lo tanto, la perpetuación del predominio global de EEUU dependía de la contención del poder chino.
El imperativo de frenar a China fue expuesto por primera vez en detalle de una manera sistemática por Condoleezza Rice cuando ejercía como asesora de política exterior del entonces Gobernador George W. Bush, durante la campaña presidencial del año 2000
"Estados Unidos debe profundizar la cooperación con Japón y Corea Sur y debe mantener su dedicación a una férrea y robusta presencia militar en la región. Washington también debe prestar mayor atención al papel de la India en el equilibrio regional”, e involucrar a ese país en un sistema de alianza anti-china. el Tratado de Misiles Antibalísticos con Rusia y reunir a Japón, Corea del Sur y Taiwán en un sistema conjunto de defensa antimisiles que, se esperaba, evolucionaría finalmente hacia una alianza anti-china afín al Pentágono.
la mayoría de los analistas profesionales es perfectamente consciente de la calidad todavía inferior del armamento chino.

Se avecinan guerras por los recursos
Secretario de Defensa británico, John Reid, advirtió que al combinarse los efectos del cambio climático global y los mermados recursos naturales se incrementa la posibilidad de conflictos violentos por tierras, agua y energía. El cambio climático, indicó, "hará más escasos los recursos y el agua limpia, y la tierra agrícola en buen estado será más escasa". Esto generará que la emergencia por conflictos violentos sea más probable".
. "Pueden surgir confrontaciones militares debido a la necesidad imperiosa de recursos naturales tales como energía, alimento o agua, y no tanto por conflictos ideológicos, religiosos o de honor nacional".

el cambio climático es una gran amenaza para el ambiente; de hecho es la mayor amenaza imaginable. Pero considerar el cambio climático sólo como problema ambiental no hace justicia a la magnitud de los peligros que entraña. Como lo esclarecen el discurso de Reid y el estudio del Pentágono, el mayor peligro no es la degradación de los ecosistemas per se, sino la desintegración de sociedades enteras, lo que produciría una hambruna descomunal, migraciones masivas y recurrentes conflictos por los recursos.


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